Al menos las palabras
se fueron diluyendo
en la cruenta batalla
que hicieron los silencios.
Hubo un nudo impreciso,
atando los acuerdos,
un dejar de mirarnos
aullando los recuerdos,
mil temores urgiendo
a opacar los conflictos
y nuestros propios brazos
alzándose amigables
a nuestros propios cuerpos
como dándonos pésames
por lo que había muerto.
Para entonces, las dádivas
daban sus campanadas
abriendo nuevamente,
calvarios a destiempo.
Una voz dice: ¡basta!
otra voz dice: luego…
encendiendo de nuevo
la angustia de lo eterno.
Al menos, las palabras
se fueron diluyendo
para unir esas cosas
que nunca pasarán
y que por no pasar
se nos van lejos
a la tierra del ya no ser jamás
lo que forjamos.
Hoy se nos fue la voz
hacia otras rutas
quedamos mudos hoy,
y nos unió el silencio.
Interesante y laborioso trabajo el llevado a cabo por la pintora, la poeta y los diagramadores para llevar un hermoso trabajo que motiva y enriquese la pagina!!!
Muchas Gracias por tus bellas palabras.
Mayola