Yo, Maestra
Yo, Maestra

Yo, Maestra

Yo no soy esa voz

que se alza fuerte

para que la disciplina

se apertura y se temple

aún en los dispersivos

motivos de alegrarse.

Ni la voz que debate

solitaria,

todos los conocimientos

aprendidos

en años y más años

de torturante práctica.

Soy, más bien, la pregunta

que te hace razonar

y ayuda, algunas veces,

a entregar un concepto

que nació de ti mismo

y de tus intereses.

Soy, más bien, la cosquilla

que en tu interior, anima

a sonreir tu boca

y tu mirada.

Soy esa fuente

que avizora

ese final feliz en el debate.

La misma que te sigue,

paso a paso,

cuando aprender y aprehender

llevan el hilo exacto.

No te enseñé gran cosa

en las ciencias exactas o inexactas

¡no se tanto!

Y cualquier información

puede encontrarse

en libros, publicaciones varias

y otras artes.

Yo sembré en ti una semilla

pequeñita,

casi insignificante:

dudas, preguntas,

deseos,

de buscar la respuesta

en todas partes;

y un respeto

por ti y por los demás;

Ideas de caminar

siempre en la vida

unido al compromiso

de crecer y de darte,

respetando el orgullo y el derecho

que les da a los demás

la misma vía,

de llegar a la meta y liberarse.

Si creces siendo digno,

¡Yo, ya tengo bastante!

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

RSS
Follow by Email
WhatsApp