¿Y Por Qué?
¿Y Por Qué?

¿Y Por Qué?

¿Y, por qué tanta culpa 

gimiendo entre las lágrimas, 

abandonando todo 

lo que dices o callas?

 

¿Y, por qué los lamentos, 

si no lamentas nada 

que te haga proclive 

a desatar amarras? 

 

¿Y, por qué los desvelos 

burlando madrugadas, 

y por qué tanta pena 

jugando con las lágrimas? 

 

Si todo es tan posible 

como rezas o callas 

y al final, es lo mismo, 

lo de hoy y mañana. 

 

Toda esa culpa tonta, 

toda esa pena amarga, 

no es más que un parapeto 

que pones en tu cara. 

 

Burlándote a ti misma 

de lo que siempre atas 

en un vaivén tortuoso 

¡que no conduce a nada!

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

RSS
Follow by Email
WhatsApp