Volando en el aire,
como si quisieran
solo emanciparse,
van volando mustias,
las mil y tantas hojas
desnudando árboles
en un carnaval
de engreídos valses.
Y yo, en mi esquina
con mi poco alcance,
trazo aquí, en mi mente,
la mejor manera
de poder fugarme
hacia tanto espacio
que presume alegre
detrás de las árboles.
Detrás del silencio
de múltiples aves,
jugando a escondidas
del sol, por la tarde
mientras vaga el río,
siempre por su cauce,
divisando todo
lo que va en el aire…
Y las tantas nubes
vienen a mirarse,
como si pudieran
emprender el viaje
que va haciendo el río
hacia el mar lejano,
jugando a encontrarse
con la blanda arena
y las olas suaves…