Búsqueda obsecuente
de alguna propia esencia,
galardonada fase
de toda insuficiencia.
Viejos monstruos frecuentes
en nuestro propio acervo
escudándose en frases
con nuestro propio acento.
Cautivos carceleros
de propios desconciertos.
Objetables discursos
de fantasmales fueros.
Tonta maternidad
de tantos desconsuelos.
Viejas reliquias viejas
aburridas de tiempo.
Política y políticos,
obsecuentes lacayos,
viejos monstruos dañinos
para el futuro eterno.