Este pequeño olimpo
renaciente,
te pertenece entero;
hombre y solapa.
ven a beber verdades
en el festín del alba.
La mañana,
en su música,
resucitó campanas
y no lloran,
no lloran,
repiqueteando llaman
a beber las verdades
más crueles, más amargas.
Esas verdades místicas
que se agitan y hablan
en mil versos callados
y están clamando un aura
resurrecta, nacida
a tus propias espaldas,
una verdad a gritos
que no puedas soltarla
que pueda ser mordida
con el pan compartido
de tu mesa,
y la mesa
del pobre que ya aguarda.
Ven a beber verdades
mientras sorbes,
toma esta mano amiga
y otra mano
y otra.
Haz de esta sed
de siglos
una verdad esclava
tenla como una flor
asida a tu solapa
y mientras tanto
porque ya el pueblo manda
bebe verdad y hazle
justicia a nuestra Patria.