Todo y nada diciendo,
en los cristales de agua
el tiempo transcurriendo,
las aves con su cháchara,
el tiempo que transcurre
como transcurre el agua,
y los nidos que anidan
pequeñas voces blancas
se escudan tras la fuerza
de las pesadas ramas.
Todo y nada diciendo
mientras las horas pasan,
caminan caminantes
por las sendas soleadas,
llegó el diluvio de hojas
marrones y doradas.
Y mientras yo camino,
mi tranquila jornada,
caminan caminantes
sus horas largas, largas.
Sobre la superficie
de las aguas calmadas
enriquecen las nubes
su promesa de zafra
y se apuran los vuelos
y se marchan las olas
y regresa la sombra
sobre la paz deseada
de un caminar que nunca
olvida la nostalgia…
Todo y nada diciendo,
las ondas sobre el agua
y las gotas, cayendo,
hacen actos de magia…