Tendidos en las vastas
riberas de los ríos,
hay caminos que sueñan
recuperar las ansias
de los pasos perdidos.
Flamantes oquedades
sueñan cantos continuos,
cada sueño de aurora
cada día vencido.
Por los sueños que ya fueron
los sueños que se han ido,
perdidos en esa sombra
de los tontos sacrificios.
Y, allá sobre el horizonte,
con un azul infinito,
vagan ya los sin recuerdos,
con recuerdos que mueren,
sin la causa o sin sentido.
Tendidos y distantes
caminos que no fueron
mas que tiempos perdidos,
como cuando muere el alma
cantando los sacrificios.