Soy:
La que escribió ese libro
que jamás fue leído,
la que sonó los sueños
que nunca acontecieron,
la que pleno sus aguas
en el río profundo
de la propia existencia,
sin temer la corriente
para la diferencia,
la que no tiene prisa
porque me reconozcas
entre las líneas diarias
que a diario me alimentan.
Soy:
La sin prejuicios vanos,
la que descubre luces
en las noches, despiertas
y en la soledad concluye
sus más tristes poemas.
Soy:
La que no espera dones
que impulsen la grandeza
y permanece hostil
hacia cualquier prebenda,
porque nunca se impone
el ser tomada en cuenta,
y prefiere su concha
a las puertas abiertas.
Soy:
La que no tiene prisa
y espera, simplemente,
el recuerdo de aquellos
que quiso y la quisieron,
sin ese amor que navega
por algunas razones
que, sin querer, acechan.
Soy:
Simplemente soy,
esa que va de paso
sin suprimir sus huellas…