A veces, sólo a veces
me convido,
a encontrar esa paz
de estar conmigo
en esa soledad
eterna en la que vivo,
esperando noticias
que no llegan,
o el alegre reír
por los alegres temas.
A veces,
puedo urdir entre sombras
ignotas inquietudes
que renombran
y van organizando
lasitudes.
Escondiéndome siempre
las respuestas
de ese ser o no ser
que se lamenta.
A veces,
suelo estar y no estar,
imponiendo mi agenda,
según parezca o no
lo que parezca,
llevándome de todo
lo que lleva mi agenda
sin que yo exteriorice
la gana o la pereza.
A veces,
suelo estar o no estar,
en la misma molienda…