Cuando viene a buscarme,
solitaria me encuentra,
perdida en laberintos
que no esconden mis huellas,
reviviéndome toda,
tras la mañana nueva.
Estas horas calladas
reteniendo mi busqueda,
registrando las nuevas
experiencias ganadas
para mi fortaleza
hacen del tiempo centro
y, de mí, solo esperas.
Yo la miro guardando
sensaciones primeras
sin querer compromisos
que invoquen su presencia,
cuando quedarme quiero
sólo hasta para mi misma,
sin ninguna protesta.
Cuando viene a buscarme,
la soledad me encuentra
y nos tendemos juntas
sobre la misma arena:
ella haciendo piruetas,
yo, clamando respuestas,
de un hacer, de mi misma,
¡la partida y la vuelta!