Te quedas sola,
pensando,
como sintiendo el eco
de cada pensamiento.
Y te asombras
de la dualidad,
esperas,
como quien viene
tejiendo un largo motivo
y hace pausas.
Cansancio,
de pensar, repensar
silencios,
solo miras,
solo callas,
solo escuchas
tu silencio,
el silencio
te descubre,
te traspasa,
te desteje
y nuevamente
callas…
solo es el viento,
el viento sin permiso
que cruzó
por tu casa
y una que otra sirena
zozobra en la ciudad,
mientras titilan
ases de luz
distantes y silentes
en ti misma,
el silencio
hizo un amargo tibio
de esperanzas,
estrellas silenciosas
parpadean,
una mirada
nada más
mientras la brisa acecha,
haciendo estremecer
la puerta sin cerrojos
y un pequeño crujir
se suma, equivocado
pidiéndote disculpas.
Inútilmente intentas
subvertir el silencio
y cantas
una canción tan triste
que se queda callada.
No es nada…
Y los fantasmas callan
y se esconden.
No es nada…
Y tu silencio
tiene una noche
en vela
mientras la luna pasa…