Si supiera escribir,
te escribiría
versos largos, muy largos
donde se encuentren
todas las palabras
que se dicen a diario
y hasta encuentres de mi
un eco en el espacio,
descifrando entre dichos o entrelíneas
los secretos que guardo,
cuando mires airoso,
comprendiéndolo todo
con la dulce aquiescencia
de quien se sabe andando
soledades clementes
o airosos desamparos.
Si supiera escribir,
te contaría las cosas
más recientes, más viejas,
de la aprendiz de amante
a la aprendiz de madre,
de la a la aprendiz de madre,
a la aprendiza de abuela.
Tal vez en la arenisca
del desierto que ofrezco
logres cernir la dádiva
al contacto
de tus dedos rodando
por mis versos
hacia un sin fin de oleajes
encontrados.
Si supiera escribir,
yo te escribiera
las cosas que he callado
y todas las que he dicho,
ante mi misma,
a solas o contigo,
sin que tu paz me oyera…