Si por todas las veces
que me hubieras querido
hiciera un relicario
de recuerdos y olvidos,
tocarían campanas
desde cualquier retiro
escribiendo en el alma
los saltos del destino.
Si por todas las veces
que me hubieras querido
contaría la historia
mil veces,
y en conflicto,
pesaran mis sueños,
uno a uno, perdidos
buscando en cualquier ruta
lo que no presentimos,
en un mar de conflictos
tan tuyos como míos.
Si yo supiera toda
la ruta en el precipicio
hubiera liberado
mis penas de conflictos
que siempre han sido justo
lo menos que he querido.