¿Quién soy yo
que no recojo
sino las tempestades
de tus ojos
que siguen sin mirarme
presumiendo
que tu mirada vague
hasta cimientos
de mi propia verdad,
haciendo alarde
de no encontrarme mas
alguna tarde,
victima de tu amor
sin ilusiones?
Ese que me persigue fiel
por todos los rincones
permitiéndome al fin
pegar los gritos
de esta casi libertad
con que me visto,
si recuerdo tus ojos
sin mirarme.
Mirándome a pesar
de tus desmayos,
porque estoy más en ti
de lo que yo me hallo,
metida entre mis ayes
y mi vida.
Y encuentro que tu amor
fue la pérdida
lágrima que lloré,
sin pretensiones,
presintiendo en tu ser
un mal de amores
que no quise sembrar
y que me vino,
tan solo con mirarte
en un camino,
que dices no caminar
pero caminas.
.Me lo dicen tus ojos
que se niegan
a ese querer mirarme
sin motivos.