Qu no daría
por vencer mis miedos,
atando
con cadenas
lo que pienso.
Dar rienda suelta
a la veloz corrida
del potro alegre
que aletarga el paso .
Brindar saludos
a la llama eterna
de un despertar feliz,
saludando sin miedos
al temido fracaso.
Caer y comenzar
cada día del alba,
con más amor y bríos,
sin temor al ocaso.
Que no daría yo
por encontrar tu magia.
Que no daría yo,
¡por no perder tus pasos!