Porque es mi vida
debo vivirla sola
sin otro compromiso
que el de darte la espalda.
Ver mis rios posibles,
mirar mis noches largas,
desdibujar estrellas
cuando la luna pasa.
Encontrarme de pronto,
tendida, y a mis espaldas,
la vastedad del mundo
con sus rutas tan largas.
Emergen de las horas
en mi constante plática,
empuñando en el alma
mis verdades calladas.
Porque es mi vida
vengo, sin atarme, desnuda
y al mismo tiempo plena,
y al mismo tiempo fuente
de un río que no acaba,
y al mismo tiempo canto
de un himno que no muere,
y al mismo tiempo furia,
y al mismo tiempo lagrima.