Por ti
cabe el otoño
en las fotografías
que mandas y recibo.
Cada hoja amarilla, roja,
crepuscular, unísona,
cae temblando siempre
y por ti las recojo.
Hago ramitos de ellas
y las obsequio al álbum
que juntas miraremos.
Por ti,
toda la mística
quietud de los lugares
irá acompañándonos
en nuestras caminatas.
Resucitará por ti
la risa franca
a tu risa de siempre,
que me persigue y canta.
Por ti,
me olvidaré de los amigos,
recorriendo los tuyos
en un afán de búsqueda
innecesaria.
Por ti,
echaré a volar
pájaros de papel
hacia tus cielos,
esperando que surjan
cuando nos encontremos.
Por ti,
haré la merienda
de la costumbre nueva
con el té y las galletas
que siempre engordan,
pero son deliciosas.
Por ti,
aprenderé un idioma
distinto,
acoplaré mis oídos
a oír con más empeño,
a mis labios, modular,
palabras que no he dicho,
a mi pecho no sentir
este miedo que siento.
Por ti,
me haré sincera
y sintiéndome justa,
te hablaré de lo extraño,
lo distinto, lo injusto,
de cambiar nuestros mundos
añorando lo opuesto.
Por ti,
rezaré una oración
porque lo dejo todo,
pero te tengo a ti,
para reconfortarme
en esas blancas horas
que pronto vencerán
mi empeño de ser joven.
Por ti, sólo por ti,
haré un amago
de causas imposibles
que se venzan.