Desde Entonces

Imposible gritar  los tantos imposibles cubriéndonos los gestos  con respuestas sin límites…  Cabalgando en la misma  insana resistencia.  Pensar que no tuvimos  la sagrada paciencia  de lograr más palabras  o lograr más conciencia.  Imposible el

Esta tarde,  hasta el río  se vistió de tristeza:  aminorar la marcha,  mermándose en la entrega,  hacia la mar lejana,  más allá del espacio  de todas las ideas…     Esta tarde:  hasta el cielo  suscribió

Cuando no dices nada,  lo vas diciendo todo  sin ecos ni palabras.  Tu mirada, cautiva  en la mirada mía,  hace acopio de letras  para mi poesía.    Cuando no dices nada,  le vas diciendo todo 

Sola,  con esa soledad  que no imaginas,  cuando vas trajinando  entre las penas  que poco a poco,  y sin querer, marginas.    Sola, en la tonta miseria  del que siente  el no pertenecer  a parte

Ayer sentí el impulso  de volar por los aires  como cometa libre  sin el timón de amarres…    Ayer sentí tu pena  tan lejos de la mía  que corrí a saludarte  para evitar porfías.   

Aunque las horas preñen  los límites del río  con las aguas fugaces  de un verso, siempre mío;  yo seguiré esperando  la vendimia y el frío  de un tiempo, siempre vano,  de un verso, siempre mío. 

Alguna vez tu fuíste,  alguna vez yo fuí.  Alguna vez seremos  y, unidos a los lazos,  unidos venceremos  esas tontas batallas  que nos minan, de lejos,  sin intentar golpearnos  o imponernos los frenos.    Alguna

Mientras pasan los días,  las ventanas se abren  a mi melancolía.  El tiempo pasa tenue  para que yo encuentre  y fustigue las horas  con mis tontos reveses.  Las nubes se amontonan,  sugiriendo a sus fuentes 

¡Hermoso! ¡Más que hermoso!  Sé que el canto  no es mío;  por eso bates alas  con tu libre albedrío  retozando en las puertas  de todos los designios.    Y yo,  releo tus versos,  lo mismo

Me gusta unir los versos  que siempre he presentido,  aguardar mientras formo  las notas de mi ritmo.    Encontrarme, a mí misma,  con el gran desatino  de animar la marcha  sin malograr los signos.   

Hoy el día está gris,  como si no importara  merodear por las sombras,  sin las luces izadas.    El sol, entre las nubes,  tranquilo se acicala  para las cuantas horas  que dura su jornada.   

Mi río canta en las voces  de un eterno desafío,  cruzando cada mañana  los límites prometidos.  El se deja gobernar  por las olas, en su rito  de llegar hasta el mar,  abriéndose al paraíso.  Mi

Ayer entendí las causas  de tu, siempre, desespero  que maneja, a todas luces,  el muero, porque te quiero.    En un querer de ilusiones,  voy y vengo en los anhelos  de quererte más que nunca, 

No sé de donde nacen  las penas de mi alma.  Ni sé de los caminos,  llevándome a encontrarlas.  No sé con cual dictamen  los recuerdos me lanzan  esos miles recuerdos  que mis páginas cargan.   

Si dentro de mi misma  la antigua voz que te nombra,  los silencios parecen  convertir las auroras  en algo más que música  danzando entre las rosas.    Si logro en los recuerdos  ir hilando sin