Pérdida y encuentro
en la desesperanza.
Heterogéneamente
dispensados y dispersos
en un juego siempre
didáctico y diabólico.
Magia y perturbación
en semillas y herrumbres
esparcidos:
inseguros sucesos
que pululan,
a veces,
a mansalva.
Victima y victimario
sin atajos,
que nos puedan brindar
un nuevo rumbo…
Lealtad y deslealtad
desperdigados
sin pequeños milagros
que logren redimirnos.
¿Y ka entrega?
una y mil veces
repetida:
doblegándonos.