Pensando en millones de seres
que deambulan
buscando alguna dádiva
en un país, distinto a su país,
porque su propio país,
empobrecido,
no puede dar sustento para tantos,
porque a su propio país
le van menguando
las riquezas que antaño poseía
para el enriquecer de algunos pocos
con imperiales derechos
de por vida.
Pensando,
me quedo en los linderos
del nunca saber cuando
la palabra justicia
no se muera en los labios.