Entre esperanza y vuelo
retruques de música,
anhelantes anhelos,
conrisas, almas, cuerpos,
se va ganando la paz,
no importa como hacerlo.
Se muestran las sonrisas,
se curan los desvelos.
Enternece en el alma
la Patria, nuestro suelo
y florece el amor
más allá de los linderos.
Hay paz, la ya encontrada.
Hay paz para lo nuevo,
para extirpar tumores
de la Patria, en su seno,
para vestirla toda
del amor y los sueños
que siempre fueron sueños
y ahora se cumplieron.
Por eso hay paz de Patria
y Patria en nuestro sueños.
Hay paz en el alma,
hay paz en los linderos,
hay paz para educarla,
complacerla de nuevo
ofreciéndole el alma
con los grandes anhelos
de mirarla bonita
como siempre queremos.