Parir
tras el viraje oculto
de las ideas pasadas,
renacer en ideas,
y hasta en ideologías.
Sintiendo la ruptura
del surco que se frena
y el cielo que termina,
mientras germinan hondas,
agudas y precisas
la nueva concepción
de lo que sueñas
soñar: un sueño grande,
matutino
como para dar buenos días
a días venideros
y agradecer a Dios
pon la alegría.
Parir,
agrandarse en el tiempo
y en la vida,
construir las antorchas
y encenderlas,
alumbrarte el destino
con las primeras luchas
de madre recién hecha
y bendecida,
mientras miro tus pasos y suspiro
o mientras tu me miras
aspirando,
conseguir lo que quieras
de esta vida.
Que te brinde sin saberlo,
cultivando
este rosal de amor
que florecía.