Papá, dice mamita
que me parezco a ti
en cuerpo y alma,
somos entonces uno
¿no te parece?
Uno va para viejo
y el otro crece
con tus muchos cuidados,
tu amor,
tu mimo,
el grandioso regalo
de ser tu amigo.
De tener quien me diga
la vía exacta
para hacer de mi vida
la más honrada.
Además de tenerte
para que cuentes
los cuentos que me gustan,
cuando en la cama
te digo buenas noches,
hasta mañana.
También puedo tener
siempre en tus brazos
un nido que me afirme,
no tener miedo
porque tengo al amigo
que tanto quiero.
En este día, padre,
que Dios bendiga
todas las bendiciones
que me prodigas.
Y ten, con mi regalo,
lo mas hermoso:
el amor de este hijo
tan orgulloso,
por lo que siempre haces
con más porfía:
seguir siendo mi padre
¡todos los días!