Oyes
Oyes

Oyes

¿Oyes cuando pasa la brisa

los sonidos que guarda?

 

¿Oyes, cuando cruzando el agua

se confiesa en las piedras

que ruedan en su cauce

queriendo oír toda la historia,

toda, la que esconde en las ondas

inquietas que se marchan?

 

¿Oyes cuando las hojas

dicen cosas al viento

y cantan en las ramas

de los árboles viejos

las más inquietas aves,

con los cantos más viejos

en sus nuevas gargantas?

 

¿Oyes cuando la luna

le canta a los luceros

y las nubes que pasan

les miran de soslayo

y prosiguen su búsqueda de formas

en el panel del cielo?

 

¿Oyes cuando unos ojos tristes

van diciendo en su tono

plañidero,

toditas las angustias

que han venido sufriendo?

 

¿Oyes cuando palpita

el hambre entre los cerros

y un pie desnudo, torpe,

da sus primeros pasos

pidiéndonos a todos un consuelo:

la bondad de las manos

dando a nuestra conciencia el alimento?

 

¿Oyes cuando la risa,

solo la risa de un muchacho

nos espera,

para extender los brazos

que mendigan?

 

¿Oyes, cuando estás solo

y pregunta la vida

lo que has hecho?

 

¿Oyes al mundo cuando canta

esa muda canción

del que está yerto?

 

¿Oyes quebrarse la tierra

fustigada

con llantos de las guerras?

 

¿Oyes el claroscuro sollozo de los surcos

sedientos y perdidos de la magia

que da vida a los frutos?

 

¿Oyes el clamor de todos

aquellos que esperan insepultos,

dónde enterrar sus huesos,

oyes eso?

 

¿Oyes los huracanes

devorando los caminos y casas

en una tempestad

que así aniquila

las sendas y los sueños que cruzabas?

 

¿Oyes ese temblor

de las manos más pobres

pedir por sus derechos?

 

¿Oyes eso?

 

¿Oyes las quejas del común olvidado

perdido en la penumbra de desprecio?

 

¿Oyes eso?

 

Yo no te estoy hablando

de oír con los oídos,

te estoy hablando

de oír con nuestra alma

y echar a andar los pasos

al camino.

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