Nunca
Nunca

Nunca

Nunca fueron tus palabras

tan mías.

Nunca fue tu dolor

tan de nosotros,

caminando en la ruta

donde las cosas pasan

con su estigma y su miedo

cubriéndonos y enlazándonos.

 

Nunca fueron tus huellas

sembradas en mis huellas,

como en estos momentos,

que ahora signan mis pasos,

a un dolor tan largo,

tan esperanza vieja.

Tan dolor que no muere,

tan lágrima y hallazgo.

 

Nunca sentí tu causa

cubriéndome la espalda

como un abrigo viejo

que se hace propia piel

y propia carga.

 

Así supe:

que no perecerás.

pues no te has ido,

a pesar de la edad 

que tenga la distancia.

 

Nunca estará tu tumba

vacía de recuerdos,

a pesar de la ausencia

que vivieron tus huesos

sembrados en el patio

de los cruentos silencios.

 

Ven a vivir con tu vivir

de vidas

sin que pueda la muerte

¡sellarte con sus pasos!

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