Noche Larga
Noche Larga

Noche Larga

Pasó el miedo

por su mente,

pasó el miedo

por sus ojos.

Pasó el llanto

a la calma,

y de la calma 

a los rezos,

y de los rezos 

a los sollozos.

Pasó del fuerte latido

a otro latido, sintiendo

como se quebraba

el pecho.

Con una tristeza honda

que se le fue 

consumiendo,

entre senderos de angustias

mientras seguía tejiendo,

y cada cuenta en el paño

esa plegaria en silencio.

 

Esa fue una noche larga,

tan larga como el sendero,

dibujándose en el paño

para el Altar del Sereno.

Y el Sereno la aguardaba

custodiándole los sueños.

 

Y es que ella,

vieja pobre

no tiene más que ofrecerle

y, entretejiendo su paño

va entretejiendo los rezos,

para que el Señor perdone

las culpas que nunca fueron.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

RSS
Follow by Email
WhatsApp