No se olvida el canto
de la libertad
cuando duele el hombre
y la llaga del hombre
y la miseria del hombre
es la misma desazón
con que caminas.
No se olvida el canto
de la libertad
cuando yuxtapuestas
tu mano y mi mano
se abren al arado
de la tierra en flor
y el pan de tus hijos
y el pan de los míos
se amasan al ritmo
de un sudor igual.
Cuando te amanezcan
las manos abiertas
cubiertas del pan
que a todo se da
y tengas las manos
igual que las mías
sedientas y alertas
la misma igualdad
cuando caminemos
junto a nuestros hijos
mirando el futuro
con solemnidad
y el camino marque
la huella segura
y la Patria tenga
su marcha ideal,
y los pies de todos
se junten en coro
cantando a la América,
lograda la paz,
entonces hermano
¡no olvides el canto
de la libertad!