No amar
es en si mismo,
un desperdicio,
demasiado egoísta,
demasiado tonto,
demasiado extraño,
demasiado aburrido,
demasiado caro,
demasiado triste,
demasiado vano.
Porque quien no ama,
vive demasiado
las horas que viva,
siendo tan pesado
un vivir tan hueco
sin sentirse amado.
Amar es más simple,
más feliz, más sano.
Y cuando se tienen
madejas de años,
encontrar repletas
el alma y las manos.
Amar es sublime,
es gentil, es sabio.