No, porque la Patria,
no se vende.
No, porque la Patria se quiere
desde la cuna hasta el futuro.
No, porque no entregarías a nadie
un porvenir que, además,
hace falta construir
y a nadie se le entrega
lo que no existe aún,
mas que en las esperanzas.
No, porque a fuerza de pilar
se hace el maíz más pequeño,
pero no suficiente para tantos.
No porque encendiendo himnos
se abrieron los caminos
y ya no hay vuelta atrás
para cerrarlos.
No, porque en ser todos uno
está la esencia del canto.
No, porque ya rompimos
los barrotes de la celda
que nos tenía cautivos,
y amaneció en el alma
el vuelo de los pájaros.
No, porque a puro soñar
se fue la vida
y ahora cuenta la parte
de fabricarla toda,
para hacerla más justa.
No, porque, siendo frágil,
necesitamos acunar la libertad
como a una niña pequeña y
hacerla crecer fuerte
para enfrentar mareas.
No, porque tienes un deber
que no has cumplido,
y estás siendo llamado a defenderla.
No, porque murieron muchos
dejando, con su savia,
la certeza
de otro mundo posible, más humano.
No, porque la belleza de esta Patria,
nos pertenece a todos,
no a unos cuantos.
No, porque,
hiriéndola a ella,
estás hiriendo a América
con el mismo zarpazo.
No, porque ella es la esencia
de todo lo que somos,
de todo lo que fuimos,
todo lo que seremos
en el futuro prodigioso
que Bolívar soñó para su pueblo.
En fin,
no, porque ya muchos
dieron a tu pregunta
esa respuesta.