Navidad
Navidad

Navidad

Este año, igual que el año pasado, 

la navidad es fría. 

Cae en repetición 

una nieve muy fría 

que todo lo hace blanco. 

  

Aquí, cada regalo viene 

con su propia etiqueta. 

Nunca vi tantas tarjetas 

en un ir y venir de la compra 

a la entrega. 

 

Aquí no se oyen las risas, 

los encuentros lejanos 

que nos narran a gritos 

las quejas o las bromas 

que se vienen tramando. 

 

No se oyen las fiestas 

aguinaldos, parrandas, gaitas 

por las aceras, 

cuando unos y otros 

parece que te esperan 

y, aún sin conocerte, 

te dan la bienvenida 

con sus puertas abiertas. 

 

Este año, frío, viene 

soledad y añoranza 

tan lejos de mi tierra 

de la explosión ligera, 

de las risas traviesas 

de la alegría de todos 

contagiando la fiesta. 

 

Este blanco tan nítido, 

tan centrado, tan bello, 

hace lucir las cosas 

como vivir un cuento 

donde San Nicolás 

pudiera valer más 

que el nacimiento. 

Y se repite en

todas las ventanas 

sonriente y pleno, 

para el nuevo encuentro. 

 

Yo que tengo deseos 

de preservar lo nuestro 

prendo mil lucecitas 

en un pequeño puesto 

para alumbrar al Niño 

que ha nacido en su lecho, 

María y José lo miran 

los pastores se acercan, 

mula y buey se preparan 

para echarse al acecho 

de tres Reyes que vienen 

por lejanos senderos 

a postrarse ante el Niño 

que se sonríe al verlos. 

 

Hago hallacas, con hojas, 

que cubren el sabor 

a pueblo nuestro. 

Oigo gaitas bajito, 

me quito el descontento 

con dulce de lechoza, 

con papelón y clavos, 

con sabor a pueblo, 

y mientras pienso, sigo 

reclamando lo nuestro 

en esa desazón 

de encuentro y desencuentro. 

 

Pero al llegar mis niños: 

las sonrisas, regalos, 

los abrazos , los cuentos, 

vuelvo a sentirme plena 

en este ambiente frío, 

tan blanco, que parece 

la pagina de un cuento. 

Vuelvo a pensar en todo, 

le digo adios, de lejos 

y me entrego al abrazo 

de aquellos que mas quiero. 

 

Es Navidad de almas, 

es Navidad de encuentros, 

es Navidad mirarles 

la sonrisa en los ojos 

del te quiero. 

¡Ya no importa en qué parte, 

si estoy al fín, 

con ellos!

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