Naufragio
Naufragio

Naufragio

Hay un lento naufragio 

en los adioses… 

que no se opaca nunca…

tran triste:

que no encuentra razones 

para seguir doliendo, 

pero sigue doliendo, 

¡aún en las preguntas!

 

Porque el adiós abarca 

toda la posesión 

de todo lo que antes 

¡jurabamos tener 

y no tenemos!

 

Todo es naufragio 

a nuestro alrededor 

y las sonrisas pecan, 

cuando llegan, 

su pecado mayor.

Porque cada sonrisa 

es un recuerdo, 

y es, cada vez, más triste

el batir de una ola,

incapaz de llegar,

a la dormida playa.

 

Cuando naufraga el alma, 

parece que Dios mismo

¡nos ha dado la espalda!

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