Nada
Nada

Nada

Nada, 

con la trivialidad 

de las nubes que pasan, 

sobre ondas del río, 

que perecen o avanzan. 

El viento hace su danza 

entre ramas y ramas. 

Las aves que ya cruzan, 

uniéndose en las charlas, 

la luz que da su pausas 

cuando ya el sol alcanza 

mirar entre las copas 

liberando de azules 

a nuestra tarde mansa. 

 

Nada, 

con la mente fija 

logrando recuerdos 

que no explican nada. 

El alma se agita, 

la sonrisa sobra, 

y la tristeza avanza… 

 

Nada que decline 

la oración pausada, 

de otro día 

que no explica nada…

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