Opacidad
Opacos los minutos, en las horas, fueron abriendo un cauce taciturno dentro de un mar de esperas y de infundios. Milagrosamente, a la espera de esperar se fueron achicando los segundos que fueran, inseguros entregándose …
Opacos los minutos, en las horas, fueron abriendo un cauce taciturno dentro de un mar de esperas y de infundios. Milagrosamente, a la espera de esperar se fueron achicando los segundos que fueran, inseguros entregándose …
¡Madre mia, que vuelos en el tranquilo día! ¡Qué remansos de paz va diluyendo el río, oyendo los decires de las aves que cruzan, confluyen en sus bandas y se alejan, después de largas chacharas …
Yo no lo dije así pero lo comprendías tu mirada me dijo que toda mi enseñanza caería en tus manos y en tu alma para multiplicarse. Ayer te ví, tu hijo caminaba contigo y sonreías. …
Patilla grande y lustrosa fuente de agua rojita déjame calmar mis ganas en tu pulpa suavecita, que tengo mucho calor y quiero ver si consigo calmar la sed que te tengo entre las ganas metida. …
Y tú sin mi desdiciendo los trinos que aúllan más allá de las memorias, desdiciendo la luz que terca, te acaricia, desdiciendo las dadivas, la vida. Y tú sin mi, proyección inconclusa marchándose al …
Canto a la lejania de esas horas en que marchaba mi compás el hambre de atravesar ruidosa los espacios y lacerar tu piel con mis abrazos, y lacerar tus labios con mi boca.
Tímidamente vuelo mis vuelos de infortunio sintiéndome pequeña y alejada del mundo. Soy luciérnaga triste que vuela entre las sombras llamando por sus nombres las horas que no nombran. Y no encontrando obstáculos …
Los paseantes pasean sin prisas que contagien, llevando el mismo ritmo que les prestó la tarde. El sol hace su ronda y ellos sus rondas hacen con la misma certeza y con el mismo …
Hoy se puso la brisa unas trenzas muy largas y comenzo a azotarlas entre los muchos árboles que habitan en la orilla. Los árboles, golpeados por la ingrata visita bambolean sus ramas resistiendo al …
En lontananza, ningún rostro parecido a los rostros que anidan en mi pecho. Ni una furtiva mirada que me encuentre en el caleidoscopio de mi tiempo. Ni un pensamiento cercano a lo que pienso, ni …
Cada vez que la miraba la seguía con el mismo placer en los afables ojos y quedaban dos lirios temblando en el espacio donde su amor brilló de esa manera a fuerza de seguirla fue …
No sé, Yo no pude ver nada. Solo el presentimiento de un aluvión de aguas abriéndose en los cauces de la tierra mojada. Tornándose en oscura piel de engendrar los miedos. Ubres abiertas siempre derramando …