Mi tristeza de siempre
no ha nacido contigo
la llevo en mis ramajes,
mis sitios escondidos,
mis ocultos deseos,
mis máximos caprichos,
mis sueños tan dudosos,
lejanos y cansinos,
mi música tan triste,
mis ayes reprimidos,
mis versos sin derroches,
mis letras sin destino,
mis horizontes tristes
sintiendo un haber sido
tan lejano y tan solo
como mi propio sino.
No, no te ofendas,
porque el derecho es mío
de decir que estoy triste
como siempre lo he sido,
y tu amor no me basta
para matar mi hastío.
¿No me ves?
Sigo triste…
aún estando contigo…