Digo que es mío
porque le tengo cerca,
muy cerca, en el patio cercano,
levanto la cortina
de mi cuarto
para mirar sus brazos
inmensos, hermosos,
extendidos,
tranquilos o agitados
por la brisa que pasa.
Cuando hay luz de luna,
la cara de la luna
se asoma en sus espacios.
Si hay nieve,
las ramas de mi pino
se vuelven blancas, blancas.
Pero si es noche oscura,
de casi no ver nada,
yo presiento la fuerza
de mi pino en sus ramas.
Y mi pino es tan alto
y mi noche es tan larga…
que escribo nuevos versos
hasta la madrugada…