Mi Musa
Mi Musa

Mi Musa

Yo fuí a buscar mi musa

allende al río,

recordando las musas

que bordaban

sus corsés de ilusión

con esmeraldas

y fueron las palabras

ecos tuyos

retornando al amor

su batir de alas

cada cual

con su juego inusitado,

palabras entredichas

o calladas,

buscando una razón

en sin razones

y en la lucha

un poder

que no llenaba

y fue rumbo a la mar

de medias olas,

buscando mediodías y mañanas.

Fue un viaje

largo, largo,

profundo y triste.

No se si te esperaba,

cayeron a la mar

los mil navíos

repletos de ilusiones

que aguardaban,

ya no estaban anclas

en mi puerto,

vendavales y vientos

feroces lo azotaban

y fue un encuentro triste

tu encuentro

con el mío,

porque mi fe de esperas

quedo decepcionada;

tornó mi musa entonces,

que ya no sentí mágica,

porque a fuerza de golpes

quedó deshilachada

entre viejos rencores

y viejos desatinos,

entre recuerdos tristes

y viejas destemplanzas.

Me dice tantas cosas

que no le entiendo nada

y fui al atardecer

a mi jilguero

al que antaño cantara

con una melodía

entremezclada

de calor y colores,

afinando sus notas

de esperanzas

y estaba el nido

arcaico, vacío

con una soledad

que me dolía

con cada nota mística

que daba

la cortina del viento

entre las ramas

y fue a buscar

deseos, inquietudes,

afanes, ilusiones

no quemadas

y encontré una flor mustia,

entre mis libros de poemas

sabia y feliz,

y en mi recuerdo

intacta.

Y no se porqué,

entonces

renacieron las voces

ya perdidas

entre mis manos

cálidas volaban

ecos de los remansos

ya pasados,

con sus páginas claras

ya bordadas

con tintas indelebles

en mi alma

y pensé entonces…

¿qué buscas?

¿qué deseas?

Y sobre mi tristeza

la sonrisa final

de la esperanza

¡tengo ya seis estrellas

en mi cielo

y un canto agradecido

en mi garganta!

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