Mi Amiga Desconocida
Mi Amiga Desconocida

Mi Amiga Desconocida

Esa amiga

que no conocí

le dio a mi vida,

mucha más amistad

que otras amigas

a quienes conocí

toda la vida.

 

Cada tarde

yo estaba en aquel parque

leyendo algún libro

o cuidando a mis niños.

Cada tarde pasaba,

esa amiga que no conocía;

primero un ¡buenas tardes!

después una sonrisa,

y el paso apresurado

como para no perder

el ritmo o la energía.

 

Así,

día tras día,

fue creciendo

esa complicidad

de las cosas más íntimas.

 

Así,

me fue contando

con todas sus sonrisas

a veces tan abiertas,

a veces tan esquiva,

a veces tan alegre,

a veces tan altiva,

otras veces tan tristes

que me estremecían,

todas esas cosas

que armaban su día.

 

Yo,

le fui poniendo,

sin ninguna prisa,

algún adjetivo,

algunas premisas

algún lado claro

o algún lado oscuro

de algún personaje

de alguna novela

que hubiera leído,

o de alguna historia,

que me habían contado

o estaba leyendo

si estaba en el diario

sentada en mi sitio

mientras dirimía

la pelea de niños,

de los niños míos,

discurría instantes

y ornaba capítulos

tramando sus vísperas

con sólo mirarle

la sonrisa en vilo.

 

Cada día pasaba

la amiga

que no conocía.

Cada vez mostraba

su gran simpatía.

 

Sin embargo,

un día,

dejó de pasar.

Ya nunca la vi

transitando el parque

que nos conocía.

 

Ella no lo sabe

pero la recuerdo.

muy de vez en cuando,

levanto la vista

y la veo enérgica

la misma sonrisa,

dándome las nuevas

que ya conocía.

 

Y no se su nombre,

tuvo mucha prisa,

la amiga del parque

que no conocía.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

RSS
Follow by Email
WhatsApp