Menguando va la luna
en el desierto triste,
menguando las palabras
del clamor que no existe…
Menguando lejanías
en el azul que viste,
más soledad que nada
en las pupilas tristes.
Los proyectos del nunca,
marcando cicatrices,
con dolencias de todo
lo terrenal que existe.
Las vivencias perdidas
tras los pasos que visten
soledades sin treguas,
paredón que resiste
cada empujón de ola
en su intranquilo mar,
marcando cicatrices.
Menguando va la ausencia
de lo que más quisiste…
cuando las aves cantan,
proclamando felices
estadías del siempre,
esperanzas que vibran
aunque el tono sea triste.