Me viene bien
esta tranquila soledad,
este silencio
opacado por los cantos
de los cercanos pájaros.
Este sintetizar
las ondas de mi espacio,
este mecerse suave
de las hojas ya verdes,
este claro paisaje,
este vaivén del agua
que parece ir huyendo
de sus lejanas fuentes
mientras las horas pasan
recreando en las aguas
de barcos, botes, lanchas,
los viajes permanentes…
Me viene bien
sentarme y sentir el silencio
manejando mi pluma
y escribiendo mis versos.
Me viene bien estarme
mirando desde adentro
para no encontrar nada
de lo que había supuesto.
Me viene siempre bien
explicarme a mi misma
el porqué de un concepto,
el por dónde camino,
el por qué no me encuentro,
el por qué llego tarde,
aun sin haber vuelto.
Me viene bien pararme
y sonreír por dentro.