Me llaman mis silencios
y me pierdo
en una eterna noche
sin contagios.
Visiones atrapadas
de hace tiempo,
ilusiones vagando
en mis espacios,
donde la eternidad
dura minutos
y el fluir de la vida
se detiene al contacto
de un pensamiento inédito
lamiendo
del acíbar creador
de mis letargos.
Me llaman mis silencios,
y me pierdo,
sin perder nada a cambio,
en esas brisas libres
que me guían
a escribir mis nostalgias
de hace años…