Me dispongo a perderte
hoy.
Sin más alardes,
sin mediar más palabras,
sin menoscabo de mí,
socavada y vencida.
Me dispongo a dejarte
sin lugar en mi entorno
sin búsqueda, trofeos
tempestades, insomnios.
Me dispongo a nutrirme
de mis propios abismos.
Me dispongo a nutrirte
de mi ausencia sin odios.
Me dispongo a perderte
atándome, entre tanto,
esa nueva sonrisa
que descubrió mi ensayo,
de perderte por siempre
dentro de mi letargo.