Más tarde:
cuando haga el acopio
de toda gentileza
y ría de mí misma
y todos mis silencios.
Más tarde:
cuando la luna llegue
y yo, tal vez, la encuentre
vestida para el baile
de los astros silentes.
Más tarde:
cuando toda la esperanza
se vaya diluyendo
y una música suave
se interponga en mi verso.
Más tarde:
cuando una vez más
invada a la tristeza
y me encuentre tejiendo
algún otro detalle.
Más tarde:
aún más tarde,
tal vez cuando decida
suspender esas ganas
de urgencias en mi viaje.
Más tarde:
tal vez encuentre paz
diseñando el paisaje
¡que convenga a mi modo
de volver a encontrarme!