Marginando crisálidas
en un submundo mágico…
Así van las palabras:
unas y otras erguidas
como altas balaustradas
que te niegas a ver,
leer, y a toda costa,
murmuras para tí,
la misma ronda.
Permanecer, ignorar,
perdemos de principio a fin.
Largarnos y despertar de pronto
después de tantos sueños,
en frente de la puerta
que, alguna vez, cerramos.
Augusta majestad
la de los tontos sueños,
escalando montañas,
en desmedro
de lo que no deseamos
y lo que no sabemos.
Y las palabras van
buscando notas
que logren navegar
hacia tu senda,
sin más plegarias
que la vieja trama,
sin más promesas
que la vieja ronda.