Luna lumbre de siempre,
descifrando tinieblas,
detrás de los altos pinos,
con el susurro grato
de la brisa que llega.
Y parece que junta
suspiros en la alberca:
siempre cantando mitos,
con natural frecuencia
hablas y mueves ramas
inventando consejas.
Y las aves, que siempre
disfrutan y descansan
entre ramas y quejas,
van cerrando los ojos
depositando sueños
en la noche que vela.
Arriba, las estrellas,
invitan al descanso
con canción de milenios,
y la luna, curiosa,
va buscando motivos
detrás de cada bostezo.
Y el sueño que domina
los cantos desde lejos,
cuando todo sucumbe
a la paz y a los ecos
que reverberan en los mitos
acumulando misterios.