Los Bancos
Los Bancos

Los Bancos

Los paseantes, sin prisas, 

se miran en espejos 

traslucidos, 

llevando el mismo ritmo 

de las aguas tranquilas. 

Los bancos, en espera, 

siguen su espera larga. 

Nadie parece decidirse 

a pararse a sentarse. 

En los bancos, 

cansados de estar solos, 

campea la incertidumbre 

de futuros encuentros, 

mientras las arañitas 

crean sus propias telas 

y los insectos cuentan  

las muchas tropelías 

en las enanas selvas…

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