Letanías
Letanías

Letanías

Llora el que pudo ser 

y nunca quiso ser. 

El abandonado 

que hizo siempre 

cualquier cosa posible 

para el propio abandono. 

 

El que juró vendiendo 

cualquier cosa vendible, 

sin esa pertenencia 

de lo propio, 

y así acusó a la vida, 

de su tiempo perdido 

y de su propia ruina. 

El que acusó, acusando 

a su propio despojo. 

El que lloró las lágrimas 

para el llanto insincero 

y clavó las clavijas 

en la espalda del otro. 

 

Se llora la despedida, 

con diferentes lágrimas: 

la que culpa al culpable, 

la que hiere las ansias; 

y todo es letanía 

de la propia nostalgia. 

 

Culpando a Dios 

por no ser lo que debiera 

y culpando a la Virgen 

por no ofrecer su gracia, 

y son siempre 

las mismas letanías 

y siguen siempre siendo 

las desgracias…

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