Las pequeñas verdades,
los pequeños detalles
juegan a conjugarse
cada tarde.
Con un verbo pequeño
que alcanza el abrazarlas
para luego fugarse.
A menudo,
lo más pequeño tiene
el peso de lo eterno.
Le pertenece a tantos
que olvida la posesión
y nos deja el vacío.
Se deslastra de nosotros,
rechaza la potestad
y se diluye.
Las pequñas verdades
son minúsculos sueños
que envuelven libertades.
Por eso son pequñas
las pequeñas verdades
y también son pequeños
los pequeños detalles.