La servidumbre es eso
que menoscaba el pecho.
La cabeza que piensa,
brinda mejores frutos.
El ansia de agradar
te muerde el sentimiento
y se pierde, lejana,
cual si fuera un tormento.
Porque tu alma,
esa que no abres aun,
clama por despertar
de su obediencia.
Clama tu resurgir
en otros lides
jurando liberar
tu pensamiento
Porque eres para todos,
y serás por derecho:
esperanza de Patria
y hacedor de progreso.