La Casa Andando
La Casa Andando

La Casa Andando

La casa andando

su propia soledad 

sin decir nada; 

pero, tan vieja al fin, 

tiene murmullos:

una brisa que pasa, 

dos relojes que andan

con sus propios resuellos,

una ventana entreabierta

en busca de milagros, 

un olor a perdidos 

olores que no existen, 

una quietud de tumba, 

un eco que, intranquilo, 

de vuelta en cada esquina 

y se vuelve, y se acuesta, 

un recuerdo guindado

en viejas telarañas, 

una brisa que pasa, 

y una vieja que dobla 

las palabras que sueña.

La vieja casa andando 

en pos de sus quimeras…

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

RSS
Follow by Email
WhatsApp